Sabemos qué hablar del tema que vamos a tratar hoy puede ser para muchos profesionales del sector algo contraproducente y quizás perjudicial para nosotros mismos por comentarlo, pero sin ánimo de criticar, simplemente queremos expresar una preocupación que nos transmiten muchos de nuestros clientes.
De toda la vida se ha requerido en la restauración contar con personal muy cualificado o que tenga experiencia para dar un servicio brillante servido en mesa tanto en grandes como pequeños hoteles, pero cada vez se hace más complicado encontrarlo y es lo que nos cuestionan algunos clientes cuando se ponen en contacto con nosotros para que le asesoremos en este aspecto.
Esto ocurre frecuentemente en algunos segmentos concretos, como son hoteles de temporada que solo abren ciertos meses del año (bien sean hoteles de costa, de montaña o estaciones de esquí), pequeños hoteles gestionados por la propia familia que lo regenta, y también cuando el hotel está ubicado en una zona geográfica específica y la movilidad para trasladarse diariamente a trabajar se hace complicada.
Todos coinciden en lo mismo, que en muchas ocasiones, cuando han encontrado el personal adecuado ha sido difícil mantenerlo de un año para otro, pues es lógico pensar que todo aquel profesional busca una estabilidad laboral. La problemática que nos trasladan es de una inestabilidad e incertidumbre total, pues en plena temporada han sufrido continúas rotaciones de personal.
Por eso, incorporar un buffet ha sido la solución ideal y aunque a priori pueda resultar una inversión a considerar, han podido comprobar que la rentabilidad y la amortización ha sido rápida y segura. Primero porque se requiere de algo menos de personal, ya que el cliente se sirve directamente del buffet y hace él mismo de camarero por así decirlo, así que en ese sentido la selección para cada año se restringe. Y segundo, porque al no haber un contacto tan directo con el cliente, al sustituirse el servicio en mesa por el buffet, el nivel de formación y experiencia del personal podrá ser menos exigente.
Con esta solución y en pocos días de rodaje, nuestros clientes se sienten seguros, motivados, con más confianza a la hora de experimentar con el cambio y como dicen también, ganan en tranquilidad.
Si además de todo esto, la configuración del buffet es funcional, el éxito está garantizado.