Por si no resultara lo suficientemente dañino este Covid – 19, aspecto que después de tantísima información recibida, a los españoles nos ha quedado meridianamente claro la gravedad del mismo, surgen a menudo informaciones adicionales que no hacen más que agravar gratuitamente la situación.
Nos referimos especialmente a las del futuro “muy negro” de los buffets y más concretamente a un experimento mostrado ayer en las noticias de Antena 3 de unos supuestos científicos donde tratan de demostrar la fácil propagación del virus mediante la utilización de un supuesto buffet, experimento que toma el pelo a cualquier inteligencia media. Nos recuerdan a experimentos de niños de guardería, que se llenan las manos de pintura, tocan cualquier utensilio con las manos manchadas y el siguiente niño que coge el utensilio se mancha. Creemos que no hay que ser demasiado científico para deducir tal hallazgo. Y ocurre lo mismo lo hagan con o sin buffet.
Al menos se podrían haber molestado en llevarlo a cabo con la realidad actual que vivimos, guardando las distancias de seguridad reglamentaria y las sanitarias en el buffet y que se tratarán de implantar, y no con un montón de personas agolpadas alrededor de una mesa con mantel lleno de platos con comida.
No se trata de que si no nos mata el virus, nos mate el hambre. El riesgo 0 no existe y ya nos han informado lo suficiente de cómo minimizarlo, pero también se trata de seguir viviendo, con responsabilidad y sentido común, pues si hacemos caso a los científicos tan negativos, hasta la fase 0 sería de altísimo riesgo.
Todos sabemos que una situación de paralización como la que vivimos es absolutamente insostenible más allá de unos pocos meses para este o cualquier país o gobierno, al igual que tendremos que aprender a vivir con este virus u otros que pudieran surgir algún tiempo más.
Igualmente, todos los empresarios hoteleros, sindicatos, usuarios, saben perfectamente que los buffets en los hoteles, además de ser uno de los servicios más valorados por los clientes, son elementos imprescindibles a la hora de prestar un servicio aceptable y rentable para la empresa hotelera. No es sostenible un hotel de mediana o gran capacidad sin buffet.
Ahora se trata de utilizar la inventiva, que en este país hay mucha, y el sentido común, para que sea viable en todos los aspectos, incluido por supuesto el sanitario.
Pensemos razonablemente: ¿No será más seguro y efectivo servir los alimentos mediante los buffets, a través de un cocinero de forma ordenada, sobre unas superficies perfectamente desinfectadas, ya sea con nuestro sistema u otros e impidiendo al comensal el acceso al alimento? Cuando vamos a un bar a comer una tapa, la escogemos de una vitrina y el camarero nos la sirve. Pues en el buffet pasa exactamente igual, lo que siempre ha venido siendo un buffet asistido.
Siempre será más seguro que sirva los alimentos una sola persona, en este caso, el cocinero que está detrás del buffet, que no el trasiego de camareros mezclándose con los clientes, ¿no les parece?
Esto sería llevarlo a cabo en un caso extremo pero con total seguridad y sin prescindir por supuesto de servicio buffet pero existen otras más alternativas y soluciones, por ejemplo empleando un servicio mixto, calientes y show cooking en buffets asistidos y los fríos no asistidos pero siempre supervisado, para que se acceda con orden y seguridad, para así agilizar algo más el servicio.
O también empleando nuevos sistemas para la desinfección total tanto del buffet como de los alimentos a la vez que el cliente cumpla con las normas de higiene y protección para acceder a los mismos.
Lo que está claro es que los hoteles sin buffets a medio plazo son absolutamente inviables.